Si alguna vez te has quedado embobado viendo cómo un coche entra cruzado en una curva soltando humo por todos lados y has pensado “yo quiero hacer eso”, este artículo es para ti. Vamos a hablar del drifting, esa disciplina del motor tan espectacular como técnica, y vamos a resolver la gran duda: ¿es algo que se puede empezar desde cero o es solo para pilotos pro?
Spoiler: sí puedes empezar. Y sí, es adictivo. Sigue leyendo y lo vas a entender.
¿Qué es el drifting?
El drifting es básicamente ir cruzado. Bueno, no tan básico, porque se trata de mantener el coche deslizando lateralmente con control (sí, control, aunque no lo parezca). Lo que es divertido del drifting es que no solo importa la velocidad, sino también el estilo, el ángulo, la fluidez… es casi un baile sobre neumáticos.
Esto no es nuevo: el drifting nació en Japón allá por los años 70, con leyendas como Keiichi Tsuchiya, el “Drift King”, dándolo todo en las montañas. Hoy en día, hay campeonatos por todo el mundo, y sí, también puedes probarlo aunque no tengas un Nissan Silvia en el garaje.
¿Es legal hacer drifting?
Claro, pero solo si lo haces en el sitio adecuado. No se puede en una rotonda porque además de ilegal, es un peligro para ti y para los demás. Para eso están los circuitos que permiten prácticas controladas de drifting.
Eso sí, en Karting El Pla no se puede hacer drifting, pero si te gusta la velocidad y el control en curva, vas a disfrutar como un niño con nuestros karts. No hay humo ni derrapes salvajes, pero sí adrenalina, adelantamientos milimétricos y una experiencia de conducción real que engancha desde la primera vuelta.
¿Qué coche necesito para hacer drifting?
Aquí es donde muchos se rayan. Pero tranquilo: no necesitas un coche de 500 caballos para empezar. Lo que necesitas es:
- Tracción trasera (RWD): sin esto, no hay drifting que valga.
- Cambio manual: vas a querer controlar las marchas y jugar con el embrague.
- Un diferencial decente: si es autoblocante (LSD), mejor. Si no, ya lo irás mejorando.
- Neumáticos traseros para quemar: no pongas los nuevos, que te los vas a fundir en dos curvas.
Muchos empiezan con coches como un BMW E36, Mazda MX-5 o incluso un viejo Volvo. Lo importante es que puedas cruzarlo sin que te dé miedo meterle gas.
¿Puedo empezar sin tener ni idea?
¡Claro que sí! Nadie nace sabiendo. El drifting es una disciplina ideal para aprender sobre el comportamiento del coche, y lo mejor es que te vas divirtiendo mientras mejoras.
Vas a aprender:
- Controlar el sobreviraje (que el culo del coche no te gane la partida).
- Hacer contravolante como si fueras un profesional.
- A escuchar el coche y sentir el agarre (o la falta de él).
- A reaccionar rápido y con cabeza.
Y si lo tuyo es más empezar por algo más compacto y técnico, los karts de competición son una escuela brutal. En sitios como Karting El Pla puedes empezar a desarrollar reflejos, técnica en curva y trazadas limpias sin gastar una fortuna en neumáticos.
¿Qué necesito para empezar en serio?
Para empezar bien y sin dramas:
- Un casco (obligatorio en casi todos los circuitos).
- Ropa cómoda (y calzado fino, nada de botas).
- Neumáticos viejos (los traseros, los vas a destruir).
- Un coche básico con lo justo para cruzarlo.
- Y muchas ganas de pasarlo bien.
Más adelante, si te engancha (que te va a enganchar), puedes meterle asiento baquet, volante deportivo, freno de mano hidráulico o incluso montar jaula antivuelco. Pero al principio, menos es más.
¿Dónde puedo probar el drifting sin ser piloto profesional?
Hay varios circuitos en España que organizan jornadas de drifting amateur, y si no tienes coche, también hay escuelas que te alquilan uno. Ideal para quitarte el miedo sin romper el tuyo.
Ahora bien, si todavía no estás listo para cruzarte con un BMW, una tanda en karting es una forma excelente de empezar a entender lo que pasa cuando fuerzas una curva, cuándo frenar, y cómo trazar bien. Aunque los karts no derrapan como un coche de drift, te aseguro que vas a sentir esa conexión entre manos, chasis y pista desde la primera vuelta.
¿Por qué el drifting engancha tanto?
Porque es pura adrenalina, porque requiere técnica y porque te conecta con el coche de una forma brutal. No se trata solo de ir rápido, se trata de hacerlo con flow. Hay algo muy satisfactorio en clavar una curva cruzado, con el coche escupiendo humo y tú manteniéndolo a raya con el volante.
Además:
Mejoras tu control general al volante.
Aprendes a reaccionar ante imprevistos.
Te lo pasas como un niño pequeño.
La comunidad suele ser muy agradable, todos aprendiendo, compartiendo trucos y grabando vídeos chulos.
¿Es peligroso?
Como todo deporte de motor, tiene sus riesgos. Pero practicado en circuito y con cabeza, el drifting es más seguro de lo que parece. Lo importante es no intentar imitar a los pros desde el minuto uno y siempre hacerlo en lugares preparados para ello.
Algunos consejos
- No busques cruzarla como los de Instagram el primer día.
- Haz un curso o ve con alguien que ya haya probado.
- Ten paciencia, al principio harás más trompos que derrapes.
- Disfruta cada sesión, incluso cuando todo sale al revés.
- Y si quieres mejorar tus reflejos… date unas vueltas en karting. De verdad, ayuda mucho.
¿Entonces el drifting es para principiantes?
Sí. Y mucho más de lo que parece. No necesitas un cochazo ni experiencia previa, solo las ganas de aprender, hacerlo bien y disfrutar del viaje. Si te va el motor y te gustan los desafíos técnicos con mucho show, el drifting te va a enganchar.
¿Quieres empezar a sentir la velocidad y aprender a controlar una máquina en pista? Entonces pásate por Karting El Pla y reserva una tanda de karts de competición. Es la mejor manera de empezar a mejorar tus habilidades al volante, sin complicarte la vida ni romper tu coche.





